3 Reglas Irrompibles para un Mejor Diseño de tu Oficina en Casa

La necesidad de crear espacios de excelencia para trabajar en casa se ha disparado en los últimos años. Las pequeñas empresas de hoy están cada vez más dispuestas a permitir que los miembros del equipo trabajen desde sus casas. También, los freelancers saben bien que no hay nada como una magnífica oficina en casa para un estilo de vida que es a la vez productivo y creativo.

Vivimos en un mundo hiperconectado de smartphones, tablets, netbooks y laptops, por lo que nos preguntamos ¿Qué parte  de trabajar en casa podría ser dañina? Hay un montón de respuestas a esta pregunta. No todos los gerentes tienen suficiente confianza para que los empleados estén fuera de su campo visual, y la seguridad de la red puede ser un desafío con el acceso remoto. Además, la falta de tiempo en persona con tus superiores puede ser un obstáculo en tus posibilidades de ascenso, y colaborar en una visión compartida en los proyectos también es más difícil.

Pero las ventajas son innegables. Los datos muestran que trabajar desde casa es más saludable, más barato, más productivo y más verde. Y no viajar significa evitar el tráfico – una ventaja más para forjar un gran equilibrio entre el trabajo y la vida.

No es de extrañar el “teletrabajo” ha crecido un 79,7 % en los EE.UU. en los últimos cinco años, donde se estima que 10,5 millones de personas que trabajan por cuenta propia trabajan desde casa. Se ha estimado que 50 millones de estadounidenses prefieren tanto trabajar desde casa a tener empleos que no requieren presentarse en la oficina.

Si eres una de esas personas, querrás asegurarte que tu día de trabajo en el hogar no implica compromisos en la eficiencia o la comodidad. Si es importante para ti que tu estación de trabajo y tu espacio circundante estén arreglados lo más perfectamente posible, vas a tener que seguir estas tres reglas.

1. Usa una Habitación Que Tenga un Solo Propósito

Cuando comenzaste a trabajar desde tu casa, puede que te hayas salido con la tuya sentándote con tu notebook en el sofá o en la mesa de la cocina. Psicológicamente, esto es problemático, dado que es más probable conseguir (y sostener) el estado de ánimo para trabajar cuando se está en un entorno que se asocia con el trabajo.

Lo ideal es una habitación que ha reducido al mínimo las distracciones y un buen acceso a la luz natural y el aire. Un atractivo reloj en la pared te mantiene centrado en convertir las tareas clave en torno a horarios razonables, una buena lámpara de escritorio crea un ambiente cálido y un pequeño tablón de anuncios te permite fijar imágenes inspiradoras y documentos importantes, donde poder verlos fácilmente

2. No Renunciar a la Comodidad y Usabilidad

El hecho de que tu oficina en casa esté hecha para trabajar no significa que tiene que ser incómoda. Una sala diseñada tanto por el feng shui y principios ergonómicos es absolutamente recomendable, puesto que te ayuda a mantener, casi automáticamente, el equilibrio zen en la oficina.

El escritorio y la silla adecuados son súper importantes por igual, así que no escatimes gastos en ellos. Ángulos y alturas ajustables son de gran ayuda aquí, sobre todo si te permiten trabajar de pie cuando lo desees. Mientras estás sentado, una bandeja para el teclado puede ayudar a asegurar que tus dedos escriban al mismo nivel así como hacer descansar los codos. Asegúrate de que la línea superior de tu monitor coincida con tus ojos y que esté por lo menos a 20 pulgadas de distancia de tu cabeza. Y toma muchas pausas para descansar los ojos, despejar la cabeza y estirar tu cuerpo – por lo menos una vez cada hora.

Sitúate de frente a la entrada de la habitación y las ventanas. De esta manera, no tendrás la sensación de que pasan cosas detrás de ti y la luz desde el exterior no pondrá en peligro tu capacidad para ver el monitor.

Piensa en una cabina de avión cuando organices tu estación de trabajo. Las cosas que necesites más a menudo – auriculares, chequeras, sellos, teléfono, fax, impresora, notas adhesivas, etc – deben estar a tu alcance. El resto puede estar más lejos tuyo – tal vez incluso mantenerse fuera de la vista para minimizar el desorden.

3. Mantener el Acceso a lo No-Virtual

Las personas que trabajan desde sus casas son propensos a gastar la mayor parte de sus horas de trabajo online, centrándose en los archivos electrónicos alojados en la nube. Pero incluso el trabajador más vinculado a la web de vez en cuando tiene que interactuar con el mundo físico. Tratar con la gestión empresarial y la burocracia a menudo requiere la firma de copias impresas de documentos o cheques, y si eres un vendedor de comercio electrónico, entonces es probable que estés muy involucrado con la producción y el envío de tus productos.

Mantén estos aspectos de tu día de trabajo en mente al diseñar tu oficina en casa. Un organizador o una carpeta ampliable con bolsillos con pestañas pueden mantener tus documentos organizados de forma compacta, al igual que un sistema de bandejas de pared. Los códigos de color también son de ayuda. Navega por la web en busca de inspiración, hay un montón de productos innovadores, prácticos y eficientes en espacio para clasificar y almacenar los archivos físicos que hay.

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